El mes que nadie leyó - Crónica mensual del club
Todo comenzó con una encuesta.
Una encuesta democrática, participativa, abierta… que terminó en el olvido.
Los libros fueron sugeridos, votados, celebrados. Se alzó uno como ganador, glorioso, que destrono a orgullo y prejuicio.
Pero nadie, nadie, lo leyó.
Algunos culpan al tiempo. Otros a la agenda. Un par a la vida. Alguien dijo “me confundi de libro”. si como la semitasexual de noke no compartiera el link de drive con el pfd y epub.
Y hubo quien simplemente confesó: me ganó la paja (fui yo)
Coon lo leyó. Coon fue fuerte. Coon se sentó, subrayó, pensó, y se quedó sola en la sala de discusión como gato viendose en el espejo.
El libro… esperó.
Como si supiera que no era su momento. Como si entendiera que su destino no era ser leído, sino ser mártir.
Ahora, mientras nos preparamos para votar por una nueva víctima —perdón, lectura—, esta entrada queda como testimonio. Como lápida. Como advertencia.
Porque aunque no lo leímos, lo recordamos.
Y eso, en este club, a veces es suficiente.
Y por eso escribo esto. No como queja, sino como acto de amor.
Porque leer es también fallar. Y fallar juntos, incluso más.
Este club, al final, no se trata solo de libros. Se trata de estar. De compartir el intento. De decir: “Yo tampoco lo empecé” y no ser apedreado por eso (aunque a coon ganas no le faltan)
Así que gracias, libro que nadie leyó.
Nos diste algo que xiomara no podría, ni podra pq no hace nada: la excusa perfecta para reírnos de nosotros mismos y empezar otra vez.
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